Viaje de oración a Washington D. C. en junio, Región Central
El lunes 23 de junio, doce intercesores de Colorado, Kansas, Carolina del Norte y Texas comenzaron su viaje a Washington, DC.
Al día siguiente, nos dirigimos al Capitolio para reunirnos con la Capellán de la Cámara, Margaret Kibben. La Capellán Kibben fue generosa con su tiempo, respondiendo a nuestras numerosas preguntas y explicándonos sus funciones. Nos sorprendió saber que, cuando la Cámara está en sesión, no solo abre cada día con una oración, sino que también permanece en el hemiciclo mientras votan un proyecto de ley y no se marcha hasta que termina. Nos emocionó verla la semana siguiente, ya que presenciábamos la aprobación de un proyecto de ley. Antes de irnos, pudimos orar por ella mientras cumplía con sus funciones, y luego su personal nos acompañó a la galería, donde la escuchamos mientras inauguraba la sesión de ese día con una oración. ¡Qué alegría!
Esa noche, Jordanna McMillian, directora estadounidense de la Fundación del Caucus de Aliados de Israel, estuvo acompañada por su nueva familia. Fue un verdadero placer para nosotros, ya que el año pasado habíamos orado por Jordanna para que tuviera su cuarto hijo, ¡y aquí estaba, la respuesta a nuestra oración! Jordanna nos contó sobre el aumento del antisemitismo que se observaba en casi todas partes. Fue una alegría orar por Jordanna y su familia para los desafíos de los próximos días.
Al día siguiente, dedicamos tiempo a la adoración y la oración antes de ir al Consejo de Investigación Familiar. Conocimos a Jay Johnston por primera vez. Él había invitado al personal para que recibiera nuestras oraciones. Tuvimos tiempo para escuchar su corazón y hablar sobre sus desafíos antes de que llegaran otros y tuvimos el privilegio de orar por Jay.
Nos sorprendió mucho cuando 8 pasantes entraron a la sala y nos alegramos al escuchar a la siguiente generación compartir antes de orar con ellos. Como el grupo estaba compuesto por 4 mujeres jóvenes y 4 hombres jóvenes, todos vestidos con mucha profesionalidad, oramos primero por las mujeres jóvenes. Luego, las invitamos a unirse a nosotros para orar por los hombres jóvenes. Nos alegramos al sentir la presencia de Dios y cómo Él está atrayendo a los jóvenes a sus lugares en el Reino.
Terminamos nuestro día de regreso en el Capitolio participando en el servicio del miércoles por la noche, dirigido por el reverendo Dan Cummings. Saber que la adoración y la Palabra se están extendiendo en nuestra nación nos animó a todos. ¡Dios está en la Casa!
El jueves por la mañana, nos reunimos con Jason Hershey, de JUCUM, director de la Carpa de David, una carpa de adoración y oración abierta las 24 horas, los 7 días de la semana, que lleva nueve años y medio en Washington D. C. Nos reunimos con él en el Centro Americano para la Oración y el Avivamiento, ubicado en la calle detrás de la Corte Suprema. Gracias a la sólida base de oración y adoración que se ha estado desarrollando en el ACPR, hemos descubierto que no tenemos que luchar en guerra; en cambio, nos encontramos en la presencia de Dios, y la adoración es enriquecedora y la oración poderosa.
Mientras escuchábamos a Jason contarnos lo que estaba pasando, nos contó que dos de sus empleados fijos se iban y que les faltaba personal debido a una boda el sábado. No encontraba a nadie para atender la carpa de 2 a 8 de la madrugada. Mientras escuchábamos, uno del grupo finalmente dijo: «¿Podríamos encargarnos de ese turno? Ya saben, si de verdad no encuentran a nadie más». Nos dimos cuenta de que necesitaríamos capacitación, etc. Jason dijo que nos avisaría.
Más tarde, nos reímos entre nosotros porque uno de nuestros lugares favoritos para pasar el tiempo en Washington D. C. era la Carpa de David. Como las temperaturas eran tan altas, sabíamos que haría mucho calor en la carpa durante el día, y algunos del grupo habían estado bromeando con salir sobre las 2 de la madrugada a la carpa. Ni que decir tiene, todos estábamos de acuerdo en ir si Jason llamaba.
Después, cruzamos la calle hacia el edificio de la Corte Suprema. El único acceso era por la entrada, y debido a las protestas, tuvimos que caminar un buen trecho para llegar… en el calor del día. Aunque almorzamos allí, también rezamos mientras caminábamos. Al salir del edificio, dos grupos de protesta estaban en la entrada. Uno a favor del aborto y otro en contra. Era difícil distinguir cuál era cuál, y uno de ellos logró ahuyentar al otro grupo. Ese día, la Corte Suprema falló a favor de la vida en un caso que estaban viendo.
Nos dividimos en tres grupos: algunos hicieron el recorrido por la Corte Suprema, otros visitaron el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana y otros regresaron a nuestro hogar lejos del hogar.
Durante una cena en el American Christian Trust, Mark Pritchett nos contó sobre su reciente viaje a Israel. Fue asombroso saber cómo se están abriendo puertas en Israel con un servicio religioso en la Knéset y, de nuevo, en la Embajada de Israel en Washington D. C. Dios está en acción al conectar a su pueblo con los cristianos, que también son suyos.
Después de cenar, escuchamos a Faith McDonald, de la red de la Iglesia Anglicana Perseguida. Faith se conecta con muchos grupos y siempre tiene historias que contar, algunas desgarradoras y otras conmovedoras. Siempre estamos dispuestos a orar por las situaciones y por Faith.
El viernes por la mañana, fuimos a la Casa Blanca para un recorrido. Éramos un grupo de 13 personas, ya que Mark Pritchett nos acompañó. Mark es una enciclopedia ambulante de información sobre casi todos los temas. Nos aclaró algunas dudas, y fue un placer tenerlo con nosotros. Aunque algunos ya habíamos estado en la Casa Blanca, se respiraba una atmósfera muy diferente: una sensación de mayor ligereza, de esperanza y futuro. Nos recibieron con fotos de la toma de posesión del presidente Trump, y al salir, vimos una foto suya después de que le dispararan. Nuestra tarea era orar en su casa durante el recorrido. El presidente Trump estuvo allí ese día, pero no salió a recibirnos. Fue un honor estar allí y ver las banderas recién colocadas en los jardines norte y sur.
Pensamos que tendríamos otra visita al Capitolio, pero al llegar, nadie en la oficina sabía de nuestra llegada. De camino a casa, descubrimos que Jason Hershey efectivamente nos necesitaba para atender la Carpa de David a la mañana siguiente, de 5 a 8 de la mañana. Esa noche, después de cenar, vimos los videos de capacitación y nos acostamos temprano para poder levantarnos temprano.
Aunque siempre hay tantos momentos memorables en Washington D. C., con momentos especiales de Dios, estar en la Carpa de David, despertando al amanecer con alabanza y adoración, fue invaluable. Aglow estaba en la casa con Dios, e hicimos lo que Aglow hace. Leímos la Palabra en voz alta. Cantamos. ¡Uno tocó el piano durante tres horas! Bailamos. Hicimos banderines. Y limpiamos: barrimos, limpiamos cada silla y abrimos las puertas de la carpa, preparándonos para la boda del mediodía.
¡Toda la Gloria, Honra y Alabanza a Dios!