Objetivo Mundial de Oración
Esté atento a la mayor victoria
Un extracto de un mensaje de vídeo de Jane Hansen Hoyt. Para ver el mensaje completo, vaya a Reloj
A lo largo de la historia de la iglesia, una de las preguntas constantes en el corazón del pueblo de Dios ha sido, “¿Cuándo voverá Jesús?” Jesús mismo nos enseñó en Mateo 24:36 y 42, “Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre. Por lo tanto, manténganse despiertos porque no saben qué día vendrá su Señor.” Aunque no podemos predecir con precisión el día y la hora, no estamos totalmente ignorantes del momento. Jesús nos indicó que debíamos estar atentos y sabemos por Sus enseñanzas que cuando ocurran ciertas cosas podremos reconocer que estamos cerca del fin de una era. “Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos en diferentes lugares. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores.” La anotación de Mateo 24 en la versión New Spirit-Filled Life Bible nos enseña que la expresión el ‘comienzo de dolores’ significa dolores de parto, que se espera que precedan el fin, haciendo la transición de esta era a la era por venir. El dolor de parto severo, seguido del alumbramiento y la plenitud también son una promesa del fin y del gozo al momento del alumbramiento. Yo creo que estamos sintiendo esos dolores de parto, las contracciones, incluso ahora mismo... Repentinamente pareciera que todo ha cambiado. La guerra, tanto natural como espiritual, se ha convertido en una asombrosa realidad. Estamos viviendo en un tiempo de conflicto y de gran intensidad. Pero es una hora que nos prepara para la mayor victoria y el mayor gozo que hayamos conocido.
Ven, Espíritu Santo
Aquí hay algunas ideas de la página de Facebook de Jane Hansen-Hoyt
Marcos 1:8 "Juan dijo: Yo os bautizo con agua, pero Él os bautizará con el Espíritu Santo."
Necesitamos, anhelamos un nuevo derramamiento de Su Espíritu Santo.
Señor Jesús, ven a nosotros con Tu Espíritu Santo. Límpianos y bautízanos en Tu Espíritu de una manera que nos encienda, así como fuiste investido con poder de lo alto y anduviste predicando el evangelio, sanando a muchos que estaban enfermos con diversas enfermedades y echando fuera muchos demonios. Así como Tú les enseñaste que Uno tiene autoridad, así también nosotros queremos esa misma unción y autoridad. Acércate a nosotros.
Vuelve los corazones de todas las personas a Ti.
Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad. En el poderoso Nombre de Tu Hijo, Jesús, amén.