Hoy, 8 de marzo, Aglow Internacional Venezuela celebra el Día de la Mujer, agradeciéndole a Dios por haber llamado, hace 54 años, a un puñado de mujeres de una nación para iniciar un ministerio sin precedentes. Mujeres que, por el deseo de compartir su fe en Dios, animadas se extendieron a todas las naciones del mundo para mostrar también a hombres, ancianos, jóvenes y niños quién murió por ellos en la cruz.
Fervientes en espíritu, sirviendo al Señor, ahora somos multitud y como movimiento del Reino que trabaja para que la voluntad divina instaurada en el cielo se establezca en la tierra, cumplimos el mandato de cambiar corazones al alcanzar cada nación, y así todo ser tenga vida eterna y alcance Su propósito.
Mujeres pioneras, líderes natas que descubrieron con el devenir del tiempo que fueron y hoy somos protagonistas de grandes proezas en la historia que el Creador tiene escrita en Su libro de notas especiales. Recompensa por haber acatado Su llamado, por no habernos amedrentado ante el enemigo de las almas, por ejercer la capacidad de abrir camino cual Juan el Bautista, logrando triunfos mientras esperamos al novio con el aceite dispuesto en las lámparas y vestidas de lino fino, blanco y resplandeciente para agradarle a él.
Mujeres que con la originalidad de Dios fuimos creadas por concepción divina durante un sueño profundo del varón que colocaría a nuestro lado. Simplemente, de una de sus costillas cercana a su corazón, para ser protegidas cual joyas y amadas por siempre como pareja idónea.
Diseño único del Creador con características inigualables de fortaleza y brío para apoyarle en circunstancias adversas; con sutileza que secunda su fuerza muscular; con emotividad y ternura que cubre sus asperezas; con la capacidad de resistencia en situaciones dolorosas que arrancan de nuestra frente la etiqueta de debilidad.
Y con un valor agregado, que lo lleva a catalogarse como el más significativo: el concebir en nuestro vientre Su heredad. Para que junto al hombre conformemos la seguridad del hogar, instruyendo a los hijos con la Palabra de vida, inequívoco sello familiar.
Y Dios nos hizo valiosas piedras preciosas: hijas, madres, hermanas, esposas, tías, cuñadas, suegras, gratos perfumes de nuestro Dios. ¡Somos mujeres Aglow! - Dalila Villasmil, Secretaria Nacional Aglow Venezuela