En agosto de 1997, la vida de Susan Mellen dio un giro drástico. Acusada y condenada por un crimen que no cometió, fue enviada a prisión durante 17 años. Su sentencia fue la vida sin libertad condicional. Una consejera de la prisión le dijo que la única manera de volver a casa era en una caja de pino. Sin embargo, Dios tenía un plan diferente para su vida.
Como dice Suzy, "Dios transformó mi pesadilla en una historia de amor". Mientras cumplía la sentencia en el sistema penitenciario de California, Suzy conoció a mujeres de Aglow que entraron constantemente para verter el amor de Dios en todos los que escucharían. Suzy fue quien escuchó.
"Las mujeres brillantes me enseñaron liderazgo. Me ayudaron a descubrir mi identidad en Cristo. Me enseñaron la importancia y el poder de la oración. Me enseñaron quién es el Espíritu Santo y qué significa adorar a Dios y cómo hacer adorar mi estilo de vida. A través de estas mujeres, vi a Jesús."
A principios de 2014, una de las mujeres Aglow le envió a Suzy una tarjeta alentadora que decía: "Estoy rezando por su liberación de la prisión". Esta tarjeta en particular decía: "Serás SIGUIENTE para ser liberado". ¡Ese verano, Suzy fue dehecho inocente! ¡Sólo Dios podría hacer algo así!
Suzy dice que debido a Aglow aprendió a nunca etiquetarse a sí misma como prisionera o fracasay y a verse siempre desde el punto de vista del Cielo. ¡Estaba en prisión, pero la prisión no estaba en ella!
Hoy en día, Suzy hace divulgación con las mujeres que son liberadas de la prisión, así como sirviendo como un animador para las que todavía están en el interior. Gracias a todos los que trabajan incansablemente para llevar la Buena Nueva a las personas en todos los ámbitos de la vida. El amor de Dios no es condicional y llega al nivel más bajo. No hay un lugar al que podamos ir donde estemos separados de Su amor sanador.
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